Lo dice Leydis, y yo le creo.





"...te prometo que todo se resolverá, no voy a quedar mal con todos los que me quieren, por eso y por todo, vamos a salir de esto."


Son las 3.30 de la madrugada,  es la segunda noche en semivela desde que antier leí la última y alarmante mala nueva, los resultados de los llevados y traídos análisis de la Yeyi: "cáncer en el pulmón". Sé que esa catastrófica palabrita ya no lo es tanto, lo supimos con Chela, pero  a mi me espanta. Ayer me senté frente al teléfono para hablarle a mi hermana y cada vez que me decidía un temblor en la mano me lo impedía, me ensayaba un discursito optimista y antes de terminar el ensayo ya estaba rajada en llanto. Logré llamar a mi sobrina, su hija Yindra, a los Estados Unidos, no para consolarla sólo para que lloráramos juntas.  Hoy que estoy más tranquila , que asimilé el primer golpe,  me he decidido a llamarla y no contesta al teléfono, vengo corriendo para ver si hay algún nuevo correo y leo la carta que ha hecho a su hija y que ésta me reenvía, con esa foto de la semana pasada, sonriente y vital. Ese compromiso que nos hace, me va a devolver el sueño hasta mañana, yo en estas  treinta y pico de horas le he pedido a Dios y a todos sus santos, al Ala de por aquí y a su profeta Mohamad, como siempre, algo desconfiada, pero desde mis entrañas. Ahora me preocupa menos que me escuchen, porque si una Sarduy dice que se resolverá y que sale de "esto", yo pongo mis manos en el fuego. También dice en la carta que mañana irá a trabajar porque a lo mejor demora en volver, y lean esto que copio textual, es sobre una vecinita: "La buena noticia del barrio...Leanis está embarazada!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! estamos preocupadas y ocupadas con sus problemas de salud, pero seguro todo saldrá bien."

¿Comprenden? Se pondrá bien, porque además va a ocuparse de Leanis y de otras tantas cosas. Tiene que ver graduarse a Yulia y casarse  y conocer a los nietos americanos y a los hijos de Claudia y Daniel... y hay tantas cosas que  hacer y vida que compartir.

Mi lección de estos dos días quiero compartirla con las cuatro parientes y cinco amigos que leerán esto: no hay nada que elimine los problemas más rápido que la llegada de un problemón. Anteayer me angustiaban los exámenes de mi hijo, que no tuviéramos dinero suficiente para que mi hermana Miriam pudiera permutar a una casa más grande allá en Camagüey, que me dieran buenos contratos de trabajo este mes en el Cervantes... Ahora  veo que nada de eso son asuntos serios y sólo priorizo y  quiero que los médicos del Hermanos Ameijeiras nos digan pronto que ya mi hermana está fuera de peligro. Yo daré gracias a todos los que colaboraron aunque haya sido con buenos pensamientos, optimismo y energía positiva y sobre todo agradeceré la voluntad de mi hermana , a todo eso quiero dar gracias. Y que sea pronto.