Balance anual 2010

El año que termina empezó mal, pero que muy mal. Ese tumor inmenso en el pulmón de Leydis que nos enfermó a todos, al principio nos quitaron las esperanzas y nos enfrentamos a uno de esos momentos en que todo ocupa su dimensión verdadera, ves que lo que realmente se tiene(o no) es la vida, la salud...por suerte apareció un valiente, sabio y generosos médico que nos la devolvió sana y salva. En esos días recibí harta solidaridad, amigos de todos los credos pedían por ella y mucha gente buena y sencilla en las difíciles condiciones de la salud pública cubana haciendo todo lo que estuvo al alcance de sus manos, hasta un médico-brujo habanero formá parte del milagro. Hoy es una pesadilla de la que despertamos hace rato.
Quedó en segundo plano Jorge Juan que había decidido ponerse belicoso para denunciar su injusta situación migratoria, ya que continuan sin explicarle por qué le niegan su entrada a Cuba violando todos los derechos, y yo pensando como actuar en caso de... esa situación de casi todos, estemos donde estemos, el miedo a... La Meme ganó al menos algunas batallas a sus mieditos, hizo unas cuantas cartas y visitó a varios, también luchando por Lismay, a la que le violan también sus derechos humanos más elementales, porque a ella tampoco la dejan entrar a Cuba ni siquira para visitar a su hija de apenas 14 años, son innarrables las anécdotas que rodean esta situación y que logran desepcionar totalmente a más de uno sobre antiguas ideas.
En este año otros dos sobrinos "saltaron el charco", esa expresión por si alguien no la entiende es salirse de alguna forma de las fronteras geográficas y "humanas", o mejor sociopolíticas del territorio cubano. Santy está ya en Costa Rica después de su periplo por Ecuador y Nicaragua y atravesar fronteras andando, aún está por legalizar pero confio en la generosidad de ese bello país. Julio, mi gran Cesar está en Orense, estrenando la nive en estos días y llegó por avión y legal. Elisnay está de misionero en Venezuela, masajeando por allá y hasta parece que se enamoró de una rubia monumental, por suerte es camagueyana y "misionera" como él para que no se repita la historia de Lismay. Mi cuñada Radinet estuvo amenazando con su viaje a Guyana, por suerte o desgracia sigue allí con su familia, gordita y feliz con mi gordito jamonero Edel, que heredó el negocio del Santy. La Miriam ya está en el centro de Camaguey, con la nuera y perspectivas de construir en la placa. El negocio del reataurante o merendero "Doña Mely" sigue sólo en sueños, estuvimos perdiendo tiempo para concretar algo y en espera de "las nuevas leyes"y los permisos. Adianet nos dió el sobrino bisnieto por fin, dicen que es una copia del bisabuelo Orlando Cuesta y que tiene a todos echando babas, su papa está lejos de "misionero" en Venezuela y la abogada está haciendo feliz a la Chela en Vertientes, de vuelta a los orígenes.
Eso por allá. Por aquí en general no han habido grandes cambios, Haider para no variar suspendió por segundo año los exámenes, esta vez sólo quedó pendiente matemáticas, pero debe repetir todas las asignatura, ya tiene en enero la primera parte de los exámenes. Dalia , con sus trece año es una adolescente algo complicadita, muy desarrollada y madura en algunos sentidos, pero desorientada e imposible de ayudar, empezó a usar el pañuelo de musulmana, ya me acostumbré a verla, pero si en las ajenas no lo entiendo en ella... Haba, crece rápido, es altísima para sus ocho años, es a la que más le gusta estudiar, muy inteligente y política en sus relaciones,tendrá pocos problemas en la vida. El mes pasado una de mis alumnas que la conocía del instituto me pidió que la llevará para presentarla en un desfile de modas, fueron días bonitos, ella lo disfrutó mucho. Ghassan estrenó dientes de porcelana y ha engordado unas "onzas" está feliz con su nuevo lux, sigue trabajando mucho y estamos bien. Con el instituto no ha habido cambios, tuve cursos intensivos con policias varios meses, niveles intermedios y avanzados, hoy les echo un poco de menos, es un trabajo dificil pero el ambientye es agradable. Hice un curso con la Universidad de Gran Canarias, sobre Talleres de escrituras, fui una alumna excelente, aprendí algo y disfruté. Me gustó mucho el curso que di sobre Escritura Creativa y con uno de Gramática superior pude repasar cosas que necesitaba.
Me he dejado el pelo al natural, quiero decir que todas mis canas están al aire libre, como por ahí no lucharé con el tiempo implacable he decidido hacerlo com mi cuerpo, desde hace dos semanas soy asidua a un gimnasio y gasto mas de cien calorías casi a diario, pienso ser una "vieja en forma", en el 2011 cumpliré mis 48 primaveras y espero estar en la flor de mi vida.

De esta forma termino mi balance anual, ha sido un año con alzas y bajas, como todo, en el próximo habrá también de todo, pero estremos juntos y eso es lo que vale.
El Plan anual del 2011 incluye además de mi amor incondicional mi esfuerzo por demostrartelo.

Lo dice Leydis, y yo le creo.





"...te prometo que todo se resolverá, no voy a quedar mal con todos los que me quieren, por eso y por todo, vamos a salir de esto."


Son las 3.30 de la madrugada,  es la segunda noche en semivela desde que antier leí la última y alarmante mala nueva, los resultados de los llevados y traídos análisis de la Yeyi: "cáncer en el pulmón". Sé que esa catastrófica palabrita ya no lo es tanto, lo supimos con Chela, pero  a mi me espanta. Ayer me senté frente al teléfono para hablarle a mi hermana y cada vez que me decidía un temblor en la mano me lo impedía, me ensayaba un discursito optimista y antes de terminar el ensayo ya estaba rajada en llanto. Logré llamar a mi sobrina, su hija Yindra, a los Estados Unidos, no para consolarla sólo para que lloráramos juntas.  Hoy que estoy más tranquila , que asimilé el primer golpe,  me he decidido a llamarla y no contesta al teléfono, vengo corriendo para ver si hay algún nuevo correo y leo la carta que ha hecho a su hija y que ésta me reenvía, con esa foto de la semana pasada, sonriente y vital. Ese compromiso que nos hace, me va a devolver el sueño hasta mañana, yo en estas  treinta y pico de horas le he pedido a Dios y a todos sus santos, al Ala de por aquí y a su profeta Mohamad, como siempre, algo desconfiada, pero desde mis entrañas. Ahora me preocupa menos que me escuchen, porque si una Sarduy dice que se resolverá y que sale de "esto", yo pongo mis manos en el fuego. También dice en la carta que mañana irá a trabajar porque a lo mejor demora en volver, y lean esto que copio textual, es sobre una vecinita: "La buena noticia del barrio...Leanis está embarazada!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! estamos preocupadas y ocupadas con sus problemas de salud, pero seguro todo saldrá bien."

¿Comprenden? Se pondrá bien, porque además va a ocuparse de Leanis y de otras tantas cosas. Tiene que ver graduarse a Yulia y casarse  y conocer a los nietos americanos y a los hijos de Claudia y Daniel... y hay tantas cosas que  hacer y vida que compartir.

Mi lección de estos dos días quiero compartirla con las cuatro parientes y cinco amigos que leerán esto: no hay nada que elimine los problemas más rápido que la llegada de un problemón. Anteayer me angustiaban los exámenes de mi hijo, que no tuviéramos dinero suficiente para que mi hermana Miriam pudiera permutar a una casa más grande allá en Camagüey, que me dieran buenos contratos de trabajo este mes en el Cervantes... Ahora  veo que nada de eso son asuntos serios y sólo priorizo y  quiero que los médicos del Hermanos Ameijeiras nos digan pronto que ya mi hermana está fuera de peligro. Yo daré gracias a todos los que colaboraron aunque haya sido con buenos pensamientos, optimismo y energía positiva y sobre todo agradeceré la voluntad de mi hermana , a todo eso quiero dar gracias. Y que sea pronto.


Murió como un caballero




 Tio Dario iba para Aguilar en su caballo y le dio un ataque cardíaco y  se murió. Para que mi hijo recuerde de quién se trata, lo hago volver al viaje que hicimos en el año 2000 a Cuba. Él era un niño de diez años  y estuvimos en La Habana, en Varadero y en otros lugares, pero lo que más disfrutó fueron dos o tres días en la finca de mi tío. Simpatizaron mucho y  durante todos estos años han estado contándose allá las anécdotas de entonces y hay una muy simpática: resulta que mi hijo al tener poca práctica del idioma, a veces hace interpretaciones muy propias, así un caballero es un hombre cortés, gentil, incapaz de malos tratos, pero  supone que es también el jinete que monta el caballo. Ese día que lo llevaba mi tío precisamente a  comprar el pan a la tienda de Aguilar y al ver que clavaba las espuelas para que apretara el paso le dijo con mucha seriedad: "tu montarás a caballo pero no eres caballero porque lo maltratas". Con esta y otras como estas se ganó a mi tío.
Este verano me fui a visitarlo pero sin mi hijo. Estuvo mucho tiempo hablando de aquella visita y aquel verano y de más cosas, lo grabé cuando hablaba maravillas de mi madre, su cuñada, y recordaba viejos tiempos. Llegamos casi al mediodía y él con sus 80 años estaba para sus sembradíos, cuando hacía menos de un año le había dado una trombosis que asustó a todos menos a él. "Ahora trabaja más que de joven, antes se me perdía hasta tarde en la noche para enredarse con alguna guajirita o jugar dominó y yo sufría mi poquito. Pero ahora me preocupa de que le vaya a dar algo por ahí" . Así nos decía tía Eneida ese día. Él estuvo contento, caímos una pandilla grande, mataron un carnero que nos estábamos comiendo a las dos hora de llegar.
Es ley de vida, la muerte está allí a la espera de todos. Pero voy a echarte de menos cuando vuelva y no estés. Por suerte te guardo en mis recuerdos desde mi más remota infancia, por allí seguirás. Hemos ido a buscar entre las fotos las de aquella visita, sí que te veías fuerte entonces, pero bueno, son 10 años. Hay una muy bonita: es una madrugada con niebla que levantaste a mi cachorro para que se fuera a ordeñar vacas contigo. A él le ha encantado que te recordemos.  Me dice con mucha lógica que has vivido muchos años y que eras un hombre feliz y alegre, "además no murió enfermo en una cama, se murió como todo un caballero" y sonríe con complicidad. Adiós Tío Dario, hasta siempre "caballero".


Lo que está a continuación lo escribió también por él y para él,  mi hermano Jorge.
"Este es tío Dario. Nunca fue Darío sino Dario, con el acento en la "a" (no sé por qué). Ellos siempre vivieron allí, en esa casa que quedaba como a 200 metros de casa de abuelo Eduardo y abuela Zoila. Sus hijos son Darito, Norge, Eduardito y Mairín.
En esa casa de ellos yo prácticamente vivía, pues aquellas vacaciones casi completas nos las pasábamos allá. Como Darito y Norge eran contemporáneos conmigo siempre fuimos como hermanos.
Tío siempre fue un hombre de mucho trabajo. Nos levantaba tempranito que era lo que más me molestaba de aquellas vacaciones, y a todos nos daba tareas en el campo: cargar agua, arrear ganado, ordeñar vacas, cortar hierba, limpiar arroz. Estoy hablando de muchachos de 6 a 15 años. A los hijos los llevaba bien recio, pero con los demás no era mucho más suave.
Pero los ratos alegres eran los que más recuerdo, por supuesto. En aquella casa comíamos de todo, jugábamos, montábamos a caballo, íbamos al río (la famosa "cañada"), recogíamos frutas, buscábamos los huevos de las gallinas en todos aquellos montes. Y un puerco "mata'o" en casa de tío era algo muy común cada vez que íbamos. ¡Aquellos chicharrones y masitas de puerco!
Con mis primos tengo cientos de anécdotas: una vez nos picaron tantas abejas a los tres que quedamos ciegos de la inflamación. De Darito guardo una cicatriz en el párpado de mi ojo derecho, de un palo que me lanzó en una de nuestras peleas en el campo de naranjas y vergamotas, no perdí el ojo de puro milagro.
Tía Eneida siempre fue de las tías preferidas. Dulce, cariñosa y bondadosa. Tejía unas jabas de guano para vender, esa era su especialidad. Y Mami y ella se adoraban.
Este es mi homenaje para mi tio Dario. Seguirán muriéndose por ley de la vida y lamento mucho no estar con mis primos en un día así".

Los dos bandos.


Según Martí los hombres se dividen en dos grandes bandos : "los que aman y construyen y los que odian y destruyen"


Una amiga muy cristiana me contó que cada vez que se enfrentaba a situaciones no muy simples y claras buscaba la Biblia y abría al azar y ahí, en una de esas dos páginas aparecía una señal, una respuesta. A mí me está sucediendo últimamente con muchos libros o cosas que leo, se me aparecen en el momento preciso. Así ocurrió ayer, luego de colgar lo que supongo leyeron antes me fui a la cama con un bonito libro de cuentos del argentino Jorge Bucay: "Déjame que te cuente", libro que recomiendo para encontrar respuestas. Y justo me encontré con este cuento que les copio y que quiero relacionen con lo escrito ayer. Ya les cuento el cuento. 
                               
"Los retoños del ombú"
Era un pueblo muy pequeño. Tan pequeño que no figuraba en los grandes mapas nacionales. Tan pequeño que solo tenía una plaza diminuta, y en ella un único árbol. Pero la gente amaba a ese pueblo, amaba su plaza y amaba a su árbol; un enorme ombú que estaba justo en el centro(...) Durante años, los jóvenes, los padres de los jóvenes y los padres de los padres de los jóvenes, se habían cruzado diariamente bajo el ombú. Allí se habían fraguado negocios importantes, se habían tomado decisiones relativas al municipio, se habían concertado bodas y se había recordado a los muertos, durante años y años.
Un día, algo diferente y maravilloso empezó a pasar; en una raiz lateral, saliendo de la nada, brotó una ramita verde, con dos únicas hojitas apuntando al sol. Era un retoño. El primero que el ombú había dado desde que se lo conocía. Después de la conmoción, se creó una comisión que organizó una fiesta para brindar por el acontecimiento. Para sorpresa de los organizadores, no todos en el pueblo concurrieron al brindis. Había quienes decían que el retoño traería complicaciones. 
El caso es que unos días después de aparecido el primer retoño, empezó a brotar otro. Y, en un mes más de una veintena de ramitas verdes habían asomado  de las ya grises raices del ombú. La alegría de unos y la indiferencia de otros duró poco. El aviso lo dió el guardia de la plaza. Algo pasaba al viejo ombú. Sus hojas estaban más amarillentas que nunca, eran débiles y se caían con facilidad. La corteza del tronco, otrora carnosa y tierna, se había vuelto reseca y quebradiza. El ombú estaba enfermo y quizá moriría.(...) se formaron dos grupos claramente opuestos. Uno que ponía el acento en el viejo ombú y otro en los nuevos retoños. 
(...) Cada grupo, en su afán de conseguir más apoyo, había politizado la situación y obligaban a tomar posición a favor o en contra del viejo ombú. Los defensores del árbol dijeron que la solución era cortar los retoños que le quitaban fuerza y actuaban como parásitos. Los Defensores de la vida, como se hizo llamar el segundo grupo, decían que se debía talar al viejo ombú, que había cumplido su ciclo y que sólo le quitaba agua y luz a los retoños. Finalmente  se decidió llevar la decisión frente al juez de paz, que debería dar su veredicto la semana siguiente.
(...) Ese domingo estaba el pueblo dividido por una cuerda, los dos bandos se agredían verbal y hasta físicamente. El griterío era terrible y nadie conseguía hacerse escuchar. De pronto, se abrió la puerta y,  seguido de la mirada de ambos bandos, se escuchó  al juez de paz:
- ¡Imbéciles!-dijo- Os llamáis a vosotros mismos Defensores del ombú y Defensores de la vida...¿defensores? Sois incapaces de defender nada, pues vuestra única intención es hacer daño a aquellos que piensan de manera diferente. Tanto unos como otros estáis equivocados. El ombú no es una piedra. Es un ser viviente y, como tal, tiene un ciclo vital. Este ciclo incluye dar vida a los que continuarán su misión. Es decir, incluye preparar a los retoños para hacer de ellos nuevos ombúes. Los retoños no podrían morir si el ombú muere, y la vida de éste no tendría sentido  si no fuera capaz de convertirse en una vida nueva.
Preparaos , Defensores de la vida. Entrenaos y armaos. Pronto llegará la hora de prender fuego a la casa de vuestros padres con ellos dentro. Pronto envejecerán y empezarán a estorbar en el camino.
Preparáos, Defensores del ombú. Practicad con los retoños. Debéis estar preparados para pisotear y matar a vuestros hijos cuando estos quieran reemplazaros o superaros.
¡Y vosotros os llamáis Defensores!
Vosotros lo único que queréis es destruir...
No os dais cuenta que destruyendo y destruyendo, destruiréis también, inexorablemente, todo aquello que queréis defender. 
¡Reflexionad!
No os queda mucho tiempo.
Y dicho esto bajó lentamente del estrado y caminó hacia la puerta entre el silencio de todos.
...Y se fue.



Odio la violencia.  Siento repulsión y asco  por los que provocan actos de repudio y enfrentamientos entre cubanos.  Seamos martianos del primer bando, recuerden la moraleja de Meñique: "los buenos son los que ganan a la larga"