Sarduyces, me va a dar un "yalta"


El primero de los videos que grabé en Cuba es lo que yo llamo "una locurita". Va desde que veo a mi familia hasta el primer abrazo. Las "imágenes" se acompañan por una frase: "Sarduyses a mi me va a dar un yalta". Claro que ellos no entendían, a esa hora ya no sabía ni en cuál idioma hablar. Porque esa última palabra significa en español "infarto". Así resumía yo las casi dos horas desde el aterrizaje hasta el encuentro. En medio de mis angustias había yo pensado a menudo en lo nerviosas que debían estar mis seis hermanas convocadas en La Habana para recibirme. Y sí resultó que sufrían más que yo. Nunca se sabe para quién es mas terrible si para el que viene de afuera o el que espera dentro. Esta vez era muy lógico, estaba el antecedente del hermano y no tenían de otra que imaginarme como a él: devuelta y desterrada, sin explicación ni motivo alguno, que los había dejado y los tiene aún con los brazos y la boca abierta. A Chelonga la afectó más aquella vez, o se le complicó con su enfermedad de los intestinos. Por eso su abrazo y sus lágrimas fueron las últimas.

Pero no, mi corazón es más fuerte que esa larga cola frente a las ventanillas. En aquella hora pico, cuando llegaron tres super aviones y que por lo del "ahorro energético" estaban apagados los aires acondicinados, cientos de nosotros sudando la "gota gorda", tampoco pudo la angustia que sentí ante las señales que me hacía mi compañero de vuelo, un chico palestino, que no se defendía mucho con el inglés y nada de español. Había venido para visitar a un amigo, sólo una semana, eso me dijo. No lo dejaron entrar, me hacía señas para que lo ayudara a entenderse con los "agentes", pero no hubo modo: "está prohibido". Luego los cientos de maletas y yo que ya ni veía. Se ofreció a ayudarme uno de los trabajadores de allí, le di los cupones de mis maletas y luego no recordaba la cara del chico, no podía ni buscarlo a él ni a las maletas. Media hora pensando que igual había ya perdido todo cuando llegó. Lo peor vino entonces, ya me lo habían advertido: "La agencia francesa te permite llevar dos maletas de 23 kilos aproximadamente, luego en La habana te cobran 10 cuc por cada kilo por encima de los 30, son las nuevas leyes aduanales"( sólo cubanas e incomprensibles para el resto del mundo...) Y esto además, es para los cubanos que viajan o residen de alguna forma en el extranjero, los turistas no. Para ellos es libre, esos que vienen por unos días y se supone no tienen en el país a personas queridas y necesitadas. NO ENTIENDO, y no creo que sea una vía honesta de recaudar divisas. No sé si algunos cubanos se han hecho ricos y son grandes burgueses, pero estoy segura de que la mayoría somos profesionales, que trabajamos para el diario y que con esfuerzo logramos reunir para pasajes y regalos. Luego, venir con algo de dinero para no ser una carga económica y ya está. Pero no sólo fue no comprender la ley, lo peor fueron las cuentas...todavía hoy no me dan; dos maleta pesadas en casa y en el aeropuerto con 23 kilos, eso es 46, a esas me hicieron ponerle encima mi cartera de manos ( un libro, unas gafas, un cepillo de dientes, otra muda de ropa por si una emergencia y ya). Pues el aduanero dijo "66", y efectivamente ahí estaba ese número. Le digo: " es imposible, estarás pesando la carretillísima". Me dijo: "no, ya está descontado. Y de prisa, que hay personas esperando...". Quería discutir, pero deseaba más descansar de todo, del viaje largo, de tanto absurdo. Me cobraron 122 euros, pero creo que por evitar el infarto vale la pena. Y ningún comprobante, nada ni nadie para aclarar, para discutir...así fue mi entrada a mi país donde siempre me enseñaron a defender la justicia y la verdad...

1 comentario:

lola dijo...

Hola, me ha dado mucha tristeza ver lo que relatas en las dos primeras entradas. Pero primero, permíteme presentarme, soy Lola y conocí a a tu hermana Eleyda a través de un blog que tengo de bisutería. Por favor, si puedes envíame la dirección del blog de tu hermana, es que he perdido la dirección, soy un desastre. Mi correo mariad_santana@hotmail.com
Por cierto hace poco una cubana que vive en Alemania también fue a Cuba después de 10 años y lo que cuenta es muy parecido a lo que dices tú,tristes experiencias con el encuentro de la tierra natal. Te doy la dirección de su blog, está muy bien, desarraigosprovocados.blogspot.com
Un saludo, y ya estaremos en contacto.